Cómo lubricar la cadena de nuestra bicicleta

Lubricar la cadena de nuestra bicicleta

Una de las tareas más importantes para alargar la vida útil de la cadena y transmisión de nuestra bicicleta es la de realizar una correcta lubricación. Además, con esta sencilla operación, evitaremos averías y roturas imprevistas.

Cómo lubricar la cadena y tranmisión de nuestra bicicleta

La lubricación de la transmisión y cadena debe hacerse de manera rutinaria y siendo metódico en cómo lo hacemos.

En cuanto a los productos a utilizar, recomendamos encarecidamente el uso productos específicos para la bicicleta, de esta manera evitaremos situaciones desagradables (aparción de óxido en partes metálicas, contaminación de componentes, desgaste de la pintura…). A lo largo de este artículo, te mostramos los productos recomendados y sus usos.

Pasos para realizar una correcta lubricación de cadena y transmisión en la bicicleta:

Desengrasar transmisión y cadena después de cada salida

¡Prohibido lubricar sin tener cadena y tranmisión limpias! El primer paso para una correcta lubricación es la limpieza de los componentes que queremos lubricar, en este caso, cadena, cassete, roldanas y platos. La teoría dice que después de cada salida se debería limpiar, la práctica…

En nuestro caso, recomendamos, si los componentes no están muy sucios, utilizar una toallita desengrasante (son geniales para espacios interiores) y, en caso de tener más suciedad acumulada, utilizaremos productos líquidos ayundándonos de un limpia cadenas o un pincel para mayor efectividad.

Una vez limpios todos los componentes, debemos asegurarnos que no quedan restos de desengrasante, aclarando con abundante agua y trataremos de secar todas las partes, ¡si disponemos de un compresor sería ideal!

Los productos recomendados para el desengrase son:

Aplicación del lubricante

Con la cadena y componentes limpios y secos, buscaremos el eslabón rápido de la cadena para tener un punto de referencia y empezaremos a aplicar gota a gota el lubricante por todos los eslabones de la cadena mientras la hacemos rodar en sentido antihorario.

Una vez aplicado el lubricante en toda la cadena, haremos girar los pedales cambiando de velocidad para así llegar con la lubricación a todos los piñones del cassete.

En función de la modalidad de ciclismo que practiquemos (carretera, BTT, ciclocross…) podemos optar por lubricantes con características adaptadas a la modalidad, terreno, climatología… En una siguiente entrada analizaremos los tipos de lubricantes, sus características y aplicaciones recomendadas.

Aquí te mostramos el lubricante estrella de Mark ‘Ad: Aceite Cerámico, apto para todas las condiciones climatológicas y modalidades que previene el desgaste, repele el agua e impide que la suciedad se deposite en la cadena y transmisión de tu bicicleta.

Retiramos el lubricante excedente

Al aplicar el lubricante sobre la cadena, es normal que las gotas no sean uniformes y tengamos exceso de lubricante en la cadena lo que llevará a manchar el cuadro y permitirá que la suciedad se adhiera con mayor facilidad. Para evitar esto, limpiaremos con un trapo el excedente de lubricante por la parte inferior de la cadena y listo!

La lubricación de la cadena y transmisión como punto clave

Siguiendo estos consejos, nos aseguraremos de mantener en perfectas condiciones de usabilidad y mantenimiento tanto la cadena como la transmisión de nuestra bicicleta y estaremos listos para rodar!

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